VENDIENDO PIELES DE OSOS AUN NO CAZADOS

Sucedido o realidad...
Cuenta la historia que un buen día, un viejo burukide del PNV se dirigió a un destacado Jobubi recriminándole la forma en la que se estaba dirigiendo en la actualidad la formación Jeltzale. La respuesta no se hizo esperar: “no estamos haciendo nada, que no hayáis hecho vosotros anteriormente”.
Quizá con esto podamos resumir el proceso en el que está inmerso el PNV, especialmente en Bizkaia, donde la soberbia parece instalada a mitad de planta de Sabin Etxea, con el parabién de la quinta, donde el propio Andoni Ortuzar afirmó en entrevista televisiva recibir el mensaje divino de Jaungoikoa, porque lo que es de Sabino, hace décadas que no. La línea telefónica con este se cortó hace años.
El bilbainísmo vuelve a escena. No hay más que coger los diarios voceros del EBB para ver como reparten títulos de presidentes territoriales a troche y moche. Hasta el irredento Gara se ha sumado a la fiesta con Iñaki Iriondo a la cabeza, quienes las malas lenguas, le situaron en el último Alderdi Eguna en Foronda en tareas de espionaje antifraude, recopilando tiques en las diferentes txoznas.
No me pregunten si ha ido a Altsasu este fin de semana a hacer comprobaciones en ese sentido. Lo desconozco. Pero el Gazte Topagune Sozialista está en marcha con, o sin tique.
El PNV. Centrémonos en ÉL (con mayúsculas intencionadas).
Hablo de Gorka Urtaran Agirre, un valor maduro y capaz que encarna las esencias del JEL (soberanista), aunque pensándolo bien: ¿existe un JEL no soberanista? No debería.
Urtaran no cabe duda de que se lo va a poner difícil al aparato. Hablo de aparato porque es contra quien se bate en liza. Porque, y con todo el respeto del mundo, Jone Berriozabal no es sino un producto político más de quienes mueven los hilos de la CAV en Sabin Etxea. Y no se por qué me da a mí en la nariz, que ni el ejercito palmero la va a salvar de la derrota en las urnas arabarras.
¿Y Nafarroa? Pues en claro recuerdo a anteriores procesos internos jeltzales, véase la liza Imaz-Egibar, se va a convertir en elector estratégico al EBB, una cuestión esta que parecen haber descuidado los genuinos jeltzales, ya saben, los soberanistas, no los del “Jan Edan eta Lo” que ha pregonado por ahí alguien. Un error estratégico sin duda si lo que se pretende es dar volquete a la línea del PNV de la última década.
Hay quien pretende presentar a Iñigo Urkullu como solución al problema. Un absoluto dislate, cuando él, en compañía de a quienes ahora pretende enfrentarse desde la sombra, han sido en comanda, los autores de la estrategia que ha conducido a la formación jeltzale al punto de desnorte ideológico en el que está sumida.
Urkullu jamás puede ser solución a nada de esto. Su moralismo ególatra ha conducido al PNV a una debacle sin igual hasta que, quienes con él diseñaron su desaguisado, han dicho basta ejerciendo mando en plaza.
Así pues, Ortuzar y Aurrekoetxea han dicho basta: quien manda es el Partido. Porque el que manda, ¿es el Partido?
Para Iñigo Urkullu parece ser que depende. Depende de si el que dirige el Partido es él o, si es él quien dirige el Gobierno vascongado, porque de ser así, la cosa cambia.
Mala memoria del de Alonsotegi. Ya se encargó de dejarle claro él mismo, cuando era presidente del EBB a Ibarretxe, que quien mandaba era el EBB. ¿Y ahora era al revés?
En definitiva. El PNV sigue sin rumbo y en caída libre.
Visto desde fuera parece que ha de reinventarse, pero eso pasa por un proceso de reflexión interna. Proceso todo sea dicho que no se vislumbra.
¿Dónde quedó la propuesta de Ortuzar de debate?
¿Y que me dicen de Arnaldo Otegi y su anunciada continuidad? ¿Dónde han quedado las asambleas populares?
Euskal Herria salgai dago.
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